miércoles, 6 de septiembre de 2017
ISABELD E PARMA
Algunos meses antes de este evento, el Archiduque Jofeph, entonces en su vigésimo año, se casó en octubre de 1760, Elizabeth María, Infanta de Parma. Ella era hija de don Felipe, duque de Parma; y como su madre, una príncipe de Francia, el séquito de 1, -los hijos de la decimoquinta, la Infanta defiende con confianza en ambos fides del Houfe de Borbón, cc 2 Ella
Su padre, don Felipe, uno de los mod amables príncipes de nuestro tiempo, se dice que perifitied por una muerte igualmente trágica y iingular He sido seducido desde lo alto autoridad, que mientras cazaba en el bosque de Colorno, cerca de Parma, en julio de 1765, fue mifled por sus asistentes, y que cuando lo encontraron, ya estaba medio favorecido por sus propios sabuesos; solo algunos restos mutificados de su cuerpo que cubierto. Se supone que habiendo sido tirado de su perro, los perros podrían han caído sobre su sangre él, mientras permanecía tumbado o infenfi- suelo. Estoy muy lejos de la ven- garantizar una garantía, que parece coma demasiado de lo maravilloso desafiar la creencia, y que se niega en Parma, donde vive la muerte de don Felipe, tribuido a la pequeña viruela. Sus hijas la historia contiene sin embargo, circumftances fcarcely menos extraordinario, que (tierra sobre la fiebre, ya que es difícil con- travert, o para llamar en queftion.
Elizabeth María de Parma, quien fue nacido en el mismo año con su marido, el Archiduque Jofeph, aunque agradable en su perfon, no tenía pretensiones de ser llamado hermoso. Tenía la profunda com- plexión de un español, que fue a su desventaja en Viena, por una parifon con las pieles justas y delicadas de la Archiduquesa sus cuñadas, algunos de los cuales podrían clasificarse con la mayor encantadoras mujeres jóvenes en Europa. Su la boca era bonita, sus dientes bien, y ella ojos j animados pero, cuando filent o pensamiento- su rostro despoja de todos sus atractivos. He visto muchos retratos de ella, en par- dos, que se encuentran en el Ca- burg en Hungría, ambos pintados por los Arquidios Chriftina, y probablemente semejanzas lisonjeras. Cor- responder a la descripción anterior, y transmiten la idea de una mujer española oscura, con un contorno largo de la cara, y negro ojos brillantes. Se cultivó su entramado y su mente muy cumplida. Ella pintó,
y realizado en muchos instrumentos de especialmente en el violín, en un maf- manera sistemática; su carácter activo impulsa ella continuamente a algún nuevo propósito o empleo. Por encima de todo, (él poflefled el talento de interefting y amufing el Arch- duque su marido, cuando está solo. Pero ella talentos y logros eran iguales obscurecido por una melancolía que, puramente constitucional, o el rechazo de otros caufes, se volvió tan habitual e inveterado, como para abforb todas las otras características de ella personaje. No hay placer, y no se por parte de los que la rodean, jamás cubrirán esta oscuridad que, lejos de disminuyendo, parecía adquirir fuerza de hora. En cada parte de su feme-cosa enigmática y myfterious, no eafy para penetrar, que poderosamente en, - terefls, mientras que despierta curiofity.
En su primera llegada a Viena, recibido por el Emperador y los Emperadores, con cada demostración de alegría y placer. El matrimonio fue folemnized, y el foon adquirió un interés en los afectos de la Archiduque su marido, de la cual dio ella las pruebas ftrongeft. Siempre que fue al teatro, o elfewhere en público, rara vez fallaba en acompañarla, usualmente llevaba su capa sobre el brazo y en todas sus acciones, la parte que tomó en su felicidad. Esta conducta excitó la mayor furprize, como había sido universalmente accufed de infenfibility hacia mujeres; y los que creían conocer su carácter más adelante, lo declaró incapaz, o inapropiado, para un (tarde de la felicidad matrimonial. comportado
se comportó de su parte hacia él con gran atención externa, aunque es fup- pofed que su corazón permaneció intacto y no afectado por las teftimonías de su paf- fion En público, o en la sociedad, se esforzó por afirmar un cierto grado de alegría pero, no fooner fue (se retiró a su propio apartamento, que el funk en melancolía y dejedión. Como su favorito tema de meditación y conversación, fue la muerte, cada una de las veces de estar solo, y de complacerse sin reftract sus reflexiones sobre este fubjecl :.
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